viernes, 28 de diciembre de 2012




Duermo más de diez horas diarias. Dos más de respiración consciente hasta la comida. 
Repto hasta la cocina. 
Después me tumbo y cierro los ojos. Me obligo a adentrarme de nuevo en otro mundo. Porque no quiero vivir el mío. Me obligan a despertar. 
Vaga. 
Pienso que no existes. Así es más fácil.
Me convenzo de que el sexo fue inventado por El Corte Inglés. 
Compre condones. 
Compre lubricantes. 
Compre juguetes. 
Así que el amor son los padres. 
Recuerdo que cada 6 de enero me levantaba ansiosa para acabar descubriendo que no habían acertado en nada. Puede que por eso haya perdido la esperanza en que la vida también lo hará.

martes, 18 de diciembre de 2012


Hoy he soñado que te morías. Me desvelé pensando en la de tiempo que hace que no sé de ti. En cómo terminaron las cosas entre nosotras. Y en cómo no me enteraría si te murieras. No podría llorarte. Quizás ni tendría sentido porque hace tiempo que decidiste enterrarte para mí. Y ya te lloré entonces. Ya me enfadé suficiente. ¿Cuál es la diferencia entre seguir vivo pero perdido y estar realmente muerto?  - me pregunté dando vueltas entre las sábanas. Decidí no seguir por ese camino y encomendarme al sueño de nuevo. Entonces aparecieron bichos. Putos bichos asquerosos. Uno me picaba y dolía. Sabía que significaba que me iba a morir. Volví a despertarme. Eran las 4.34 de la madrugada. Me daba miedo volver a soñar, pero no quería mover el cuerpo de la cama. Me puse a pensar en cosas que odio. Y me di cuenta de que soy aburridamente normal. Por eso preferí obligarme a dormir. Otra vez. Parece que mis sueños me afectan más que la vida real.

jueves, 13 de diciembre de 2012



Bus de camino a casa, que no hogar.
Frena brusco.
Me veo,
atrapada,
en un globo
con
purpurina.
Purpurina - pienso.
Frunzo el ceño.
No me reconozco.
Pero es mi ropa, es mi pelo alborotado.
Pienso que no es mi lugar.
Que mi sitio no está en un país con globos de purpurina.
Purpurina - pienso.
Mi reflejo brilla de manera absurda.
Artificial.
Será por la purpurina.








miércoles, 21 de noviembre de 2012


A veces hablo con gente de mi pasado para recordar cómo era. Pero nunca vuelvo a ser ella. No sé si no quiero o no puedo. No puedo porque como diría el loco "cosas pasan". Buscadas o no, pero pasan y arrasan con lo conocido, tambaleando los cimientos de algo que nunca estuvo del todo consolidado.
¿Qué digo? En realidad no quiero.
Entonces me aburro de hablar con mi pasado porque no encuentro espacio en la conversación. Y simplemente me marcho.

sábado, 10 de noviembre de 2012


WER VOR DER VERGANGENHEIT DIE AUGEN VERSCHLIESST,
WIRD BLIND FÜR DIE GEGENWART.

viernes, 9 de noviembre de 2012




Me siento sucia
cuando
no me acuesto pensando en ti
cuando
sucumbo
cuando
escribo sin sentir
cuando
las nubes se evaporan
y la bici se convierte en una extensión de mi ser
cuando
te leo pero no te entiendo
cuando
una mosca se convierte en mi mascota por un par de días
cuando
duermo
respiro
cuando
te anhelo
pero sobre todo
cuando
me sobras.

martes, 6 de noviembre de 2012




A.: You love yourself so much, so why is so crazy that someone else would do?

H.: I don't love myself

A.: You are the fucking worse. You know that. Beacuse you think you are not pretty and you are not a good writer and you are not a good friend. Well, you are pretty and you are a good writer and you are a good friend.

H.: Thank you...

A.: Is this the game? You chase me like I'm the fucking Beatles for six months so that I finally get comfortable and you shrug. What the fuck is wrong with you?

H.: I am scared ok? I am really scared all the time. I am like very scared all the time.

A.: Join the fucking club!

H.: No, cause I am more scared than most people are when they say they are scared. I am like the most scared person who is alive.

A.: Well you don't have the right to be. I told you once I commit to something, I really fucking commit. You asked for this and now you've been a fucking bitch

H.: Come on, ok? You are scared. I am looking at you. I know you are scared. You are acting if you are not, but you are. I know you now. We've been doing that for a while. I know you now

A.: Stop! Stop! You don't know me. You don't know shit about me. You don't know me and you don't know yourself. You think that cause you are 11 pounds overweight you know struggle?

H.: I am 13 pounds overweight and it has been awful for me my whole life.

A.: I don't care a fucking shit. Here is the world's smallest tiny violin playing My heart bleeds for you. Fuck you. You don't know struggle. I am a beautiful fucking mistery to you.


Girls.

domingo, 4 de noviembre de 2012

sábado, 3 de noviembre de 2012


Días tontos II

Días tontos.
Crisis que no son tales.
Países que no son los nuestros.
Idiomas que nos resultan ajenos.
Sentimientos que nos embaucan.
Trabajo.
Chicos.
Música.
Lluvia.
Soledad.
Días tontos.


miércoles, 31 de octubre de 2012



Sentía que no controlaba su cuerpo. Podía pasarse días sin comer, ni beber una sola gota de agua. Otros, en cambio, devoraba todo a su alrededor. A veces notaba cómo el espacio entre sus piernas le pedía acción en el autobús. Aun sin tener a nadie que le hiciera palpitar lo más mínimo. Hablaba con todos, pero no decía nada. Escuchaba y asentía. Reía cuando estaba estipulado y cuando no, también. La poliglotía se le estaba haciendo dura. Aunque no más que encauzar un monólogo consigo misma. En su cabeza se entrecruzaban conversaciones en distintos idiomas: las que habían tenido lugar, las que sabía que llegarían y aquéllas que sólo eran fruto de su imaginación. Saltaba de un vocablo a otro hasta que éstos dejaban de tener sentido. Frena. Mira a su alrededor y cruza una sonrisa con alguien. Pero al segundo se apaga. Como cada día cuando cae el sol a las cinco de la tarde. Entonces piensa en absurdeces como que va a tener deficiencias por falta de vitamina D o en que esta mañana se llamó a sí misma estúpida delante de su profesor. Se irá a la cama prometiéndose cambiar, como tantas otras noches, sabiendo que mañana volverá a dejarse guiar por lo que le pida el cuerpo, o por lo que le permita hacer. Suspira. Y se limita ahogar su propia decepción en el humo ante la falta de recursos.









Ni siento el hambre.
Ni siento tu aliento.
Ni siento no sentir.

La niebla acecha tras la ventana.
Es espesa,
mucho.

Quiero diluirme en ella.
Que el vapor se adueñe de mi cuerpo.
Y evadirme así en la nada.

Un espacio mental alejado del bien y del mal.
Ataraxia –
Schopenhauer.

No puedo dejar de pensar.
No puedo dejar de sentir,
que no siento nada.

martes, 30 de octubre de 2012



Me doy cuenta que al escribir tengo la manía de abusar de la conjunción Y.

Puede que se deba a mi estúpida obsesión por darle conexión a los acontecimientos de mi vida, a mis pensamientos. Aunque normalmente sean tan dispares que ni la fuerza Y es capaz de establecer un nexo de unión.
También abuso de los espacios en blanco.
Dan tiempo para pensar.

Quizás demasiado.


Pero permiten respirar.
Por favor, un poco de distancia virtual,
porque la geográfica es más que evidente.

Es posible que mañana cambie de parecer. Si es así, lo enlazaré con un Y.
Y seguiré como si nada, como cada día, o cada no-día.


miércoles, 24 de octubre de 2012


Hannah siempre estropea todo lo bueno que pasa en su vida. También lo malo. El miedo es una constante en su vida. La veo a través de la pantalla. Observo cada paso mal dado. Sin embargo, no puedo dejar de sentir cierta simpatía por ella. Incluso aunque joda a los que más la quieren, aunque piense que yo nunca haría eso. Porque tampoco es cierto. Quizás porque yo también tambaleo cada vez que doy un paso, sea éste al frente, a un lado o hacia atrás. Como si bailara la macarena siempre a destiempo, importándome una mierda seguir el ritmo de la música. Me gusta estar perdida, aunque eso signifique un gran desgaste emocional. A veces me despierto aferrándome a todo lo bueno que tengo, otras, sin embargo, lo saboteo. Puede que sea mi forma de valorar las cosas. Saber que son tan frágiles, que puede explotar todo en cualquier momento. Y entonces sentir que no tengo nada y que todo carece de sentido.

domingo, 21 de octubre de 2012


How these papers have been placed in sequence will be made 
clear in the reading of them. All needless matters have been eliminated, 
so that a history almost at variance with the possibilities of latter-day 
belief may stand forth as simple fact. There is throughout no 
statement of past events wherein memory may err, for 
all the records chosen are exactly contemporary, given from the standpoints
 and within the range of knowledge of those who made them.

Me advierte Drácula al abrir su novela. 


La memoria del pasado puede llevar a errar al lector. 
Y al escritor.

martes, 16 de octubre de 2012



El número 22 no me gusta demasiado. Me parece anodino. Igual que la rutina. Esa obligación de celebrar el día de tu nacimiento es algo absurda. Más cuando celebrar la vida contrasta con los que aplauden la muerte. Con los que esperan sentados a que la oscuridad se cierna sobre ellos - con la ilusión de que la nada se adueñe de su mente. Pero el ser humano tiene es estúpido afán instintivo por vivir, o, más bien, por sobrevivir. No dejamos de ser animales. Hasta ahí llega mi reflexión. Poco después me sorprendo pensando un 16 de octubre en cómo la muerte de alguien facilitaría ciertas cosas. Y me siento mala persona. Esa sensación se evapora momentáneamente cuando hablo con ellos a través de una pantalla mínima, que no me deja tocarlos, pero que me transporta en el espacio a pesar de la distancia. Las voces de entrecortan, los gestos se pixelan. Jugamos a hacer mímica. Y río y ríen. Y pienso que también podría sentirme así un 17 de octubre. Entonces recuerdo porqué yo también me esfuerzo por sobrevivir.

Cumplir años está sobrevalorado.

jueves, 11 de octubre de 2012




El frío ya empieza a taladrar la carne,
cala los huesos.
Se apoderará también de mis órganos
¿y de ti?
.

domingo, 7 de octubre de 2012


En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

- Roberto Bolaño -


Eme me manda este poema de Bolaño. Dice que puede que me sienta identificada. Lo leo y releo para intentar captar la mayor cantidad de matices. Al despertar, al acostarme. Sin embargo, siempre acabo con la misma sensación. Bolaño creció y olvidó, dejó atrás las imágenes del dolor y del laberinto. Bolaño abandonó a los perros románticos. Y yo me pregunto, si el tiempo me condenará a mí también. Si esto perderá el sentido o, más bien, si yo dejaré que se pudra hasta que, ya maloliente, no quiera volver a saber de él. Ahora me refugio en mi locura joven y desbocada. Pero no sin miedo a cometer el crimen de ahogarla en un mar de necesidades mundanas.  

sábado, 6 de octubre de 2012


Skype se convirtió en metáfora
del salón de los reproches, las preguntas estúpidas y las discusiones.
Lo bueno de Skype es que puedo no conectarlo, el salón debía atravesarlo para abandonar el sinsentido.
Y así, empecé a tomar el control sobre mi vida. Y ellos lo fueron perdiendo.


jueves, 4 de octubre de 2012



Fue
en aquel coche
abarrotado
de
gente,
sentada
sobre sus piernas,
cuando
comprendí.


sábado, 29 de septiembre de 2012

lunes, 24 de septiembre de 2012



Refugiándome de casa entre los árboles y palabras sobre papel, se acercó. Una golondrina. Me quedé quieta ante el temor de que saliera volando. Pero me miraba sin un atisbo de miedo. Quizás porque supo leer que era inofensiva. Observé durante unos minutos sus movimientos. Parecía estar a gusto rondando el banco sobre el que estaba sentada. Seguí leyendo. Sumergida en el mundo que había ideado Kundera, me devolvió a la realidad de un picotazo en la espalda. Sonreí y pensé por un instante que comenzaría a hablarme, pero el silencio se adueñó del momento. Sin saber qué decirnos, abandonó la conversación y se perdió entre las hojas que ya tiñen el suelo desde hace algunos días. Y me quedé sola de nuevo, entre los árboles y el papel, sabiendo que tendría que volver a casa.


domingo, 23 de septiembre de 2012


 Y además ésta es para mí una cuestión de principios. Las personas deberían recibir su veneno el día de su mayoría de edad. Deberían entregárseles en una ceremonia solemne. No para inducirlas al suicidio. Al contrario, para que vivan con más tranquilidad y más seguridad. Para que vivan con la conciencia de que son dueñas de su vida y de su muerte.

LA DESPEDIDA - M. Kundera


No sé si el haber elegido este libro para mis últimos días en Madrid ha sido algo casual o inconscientemente escogido. Sea como fuere, yo también me despido. Adiós.


sábado, 15 de septiembre de 2012


Tengo un álter ego. Un señor, gordo, moreno, que fuma en pipa y se rasca el bigote mientras se sirve su tercera copa de whisky. Devora libros en su sillón de terciopelo rojo mientras su gato persa se acurruca junto a la ventana.
Ahora tengo un álter ego, que, por qué no, sale a pasear antes de que amanezca. No tiene tele, ni ordenador. Pero es más consciente de los niños muertos. Y por eso calla, aunque no enmudece.
Le gusta andar descalzo. Oír como la madera cruje al ritmo de sus pasos, sentir la hierba colándose entre sus dedos y la arena marcando su talón.
Quizás mañana sea una octogenaria que bebe té esperando que sus nietos la llamen antes de que lo haga la muerte o ...
Tengo un álter ego que puede ser muchos a la vez.


viernes, 14 de septiembre de 2012


La lista de la compra

1. No dormir.
2. Calzarse las zapatillas de la suerte (Aquéllas con las que he recorrido caminos rojos, con las que he pisado rocas de miles de años que esconden las claves de nuestros orígenes, aquéllas que él llevó a limpiar por no entender el encanto de la suciedad)
3. Reencuentros, abrazos y nervios.
4. Hablar de reyes, de batallas, de amores, del futuro.
5. Recordar y reír.
6. Y asumir que muchas veces las cosas no son sencillas.
7. Moverse por la ciudad, plagada de gente, gente que no conozco.
8. Dormir para despertarse desubicada.
9. Comer sandía y más sandía, que aún es verano.
10. Leer, por fin.
11. Planificaciones de futuro
                                      el más próximo
                                                  el más lejano.
12. Proyectos y más proyectos: unos saldrán, otros no.
13. Ser consciente de la distancia - una vez más.
14. No hay estrellas. Pero las habrá.

Presupuesto: 24 horas.

lunes, 10 de septiembre de 2012



- Creo que es la mayor locura que he hecho nunca.
- Estás enamorada.
- Pues menuda mierda más grande.
- Pues qué cosa más bonita.




 

domingo, 9 de septiembre de 2012



                                                                                                Pues eso  

viernes, 7 de septiembre de 2012








Jugar a pasar entre las piernas y
sentir cómo 
burbujea el aire por la nariz. La respiración inmaculada. 
Los labios morados y los dedos arrugados. 
Y no querer salir.

Ahora abrir las piernas significa exponerse. Expulsar aire sucio. Pintarse los labios y 
que se agrieten las manos.

De pequeña jugaba a ser mayor, le robaba a mi madre sus hombreras para simular que tenía tetas.

Ahora intento ser mayor, pero me sigue sin salir. Aunque ya no uso hombreras.  







Hoy
 me han pedido 
matrimonio
.

martes, 4 de septiembre de 2012



Sentir el hambre.
Sentir tu deseo.
Sólo pasando hambre.
Esa sensación que llena mi estómago.
Hambre de verte.
Hambre de tocarte.
Sólo la puedo saciar saboreando tu piel.
Impregnar mi carne con tu olor,
que penetre mis huesos.
Me sobran órganos.
Me falta sueño.
Escribo mal, pero no me importa.
Bailo mal, pero no te importa.
Cantas fatal, pero me gusta.
Vivo en la tierra de los excesos – yo.
Vives en la tierra de la miseria – tú.
Escribo mal.
Tú no me lees.
Así que estamos en paz.

sábado, 1 de septiembre de 2012

S.




Sofía está durmiendo. Amontona a todos sus amigos inanimados a su alrededor siguiendo un cuidado ritual, no antes de haberme dado un beso de buenas noches.
Ríe en exceso y llora cuando se le cae algo al suelo. Hace bola con la comida cuando no le gusta y traga a toda pastilla cuando se le promete un helado.
Sofía es como cualquier niña de tres años. Mentira, Sofía no es como cualquier niña. Ella en vez de “sabo” dice “sebo” cuando se refiere a “sé”. Cuando se le pregunta por los colores los nombra en inglés y habitualmente tiene un deje ruso al pronunciar las erres. Llama a los perros leones y pronuncia la palabra democracia como si formase parte de su vocabulario habitual. Poco después suelta un cacaculopedopis. Sí, está en esa fase.  

viernes, 24 de agosto de 2012



Nunca se me dio bien encontrar el equilibrio. Quizás porque es aburrido.
Vivo entre dos mundos.
Disfruto sacando muertos de la tierra. Imagino cuando estaban vivos. Y sonrío.
Las estrellas que veía allí podrían estar muertas y me veo apoyada sobre el coche del tigre en el capó.
Toco los huesos, siento la carne.
Juego a encajar las piezas. Nunca gano. Juego.
Vivo entre dos mundos y no se me da tan mal.
He encontrado la solución: todos los gatos se llaman Paka.





martes, 14 de agosto de 2012



 

¿Se puede estar muerta aún siendo más consciente que nunca de la propia respiración? Abro la boca para inhalar aire. Hago esfuerzos para que el oxígeno llegue a mis pulmones – unos pulmones que intento destrozar con cada calada mal dada. Sé que no está bien. Sé que no estoy bien. Pero simplemente me siento y observo cómo la cortina se mueve siguiendo una pauta perfecta marcada por el viento. Mientras, todo explota a kilómetros de aquí. Y yo sigo muerta, con los ojos secos y los pies sucios de andar descalza. Mi piel se agrieta, pero no veo la sangre, no siento la sangre. ¿Seguiré viva? – me pregunto. Qué más da, si aquí sólo sobrevivo durmiendo lo justo y bebiendo en exceso.

lunes, 13 de agosto de 2012


Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O

Miro en silencio.

Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O

Asiento con la cabeza.

Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O

Y yo, sin embargo, dispuesta a saltar por una vez.

Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O

Ya me ha quedado claro.

Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O-Ene-O

Es un sí. 

domingo, 12 de agosto de 2012


fumotabacodelmaloconlaintencióndequemarmisentrañaspunto






























sábado, 11 de agosto de 2012





Mi piel era más
Mi piel – más blanca – en su habitación
Mi piel
Mi piel se cae a cachos
Mi piel.

De qué sirve hablar de piel, si no sientes la carne detrás, si los huesos no articulan la senda de la sangre. Hablo de pellejo, no de piel. La piel es algo más. Se palpa, se roza, se besa, se lame, se huele, se abre. La piel esconde una máquina imperfecta. El pellejo cuelga, solo, junto a mi ropa. Cada noche dejo que se airee para que por la mañana parezca fresca. Parezca.

viernes, 10 de agosto de 2012


En el Hemisferio sur la cadena del retrete gira en dirección contraria.
Es un buen motivo para ir.

.
.
.


Estoy perdiendo el norte. 


Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada, 
tengo tres ovejas en una cabaña.

Irónicamente me ha venido esa canción a la cabeza.
Y sí sé porqué.

Pepito me mira inquietante mientras devoro helado, mientras trago tanta coca cola light como para mantenerme despierta cuatro días seguidos. Consumo todo lo que me rodea, incluso aunque no me guste. Mi estómago dice basta. Mi cerebro dice basta. Pero la angustia grita más fuerte, más alto que ninguno de ellos. Pepito se aburre de verme comer. Y yo me lamento de que comer ya no sea un placer. Nada lo es.

Quiero volver y sentir que soy .

María dice que escriba.

Y yo digo no.

María dice que lo haría bien.

Yo digo no.

María me mira con un gesto de desaprobación.

Yo no digo nada.
Me encojo de hombros.

Y ahora escribo esta mierda para que ella vea que no sé.

Me voy a vomitar.