viernes, 25 de enero de 2013


Abrí los ojos con esfuerzo. Y las vi. Allí seguían las estrellas que había pegado en el techo de mi habitación cuando aún soñaba con ser astrónoma. Entonces todo volvió a mi mente como si de una lluvia de meteoritos se tratase. Me arrepentí de haber despertado porque eso significaba que respirar volvería a doler. 

viernes, 4 de enero de 2013


Se me había olvidado cómo mantener una conversación de amor. Los nervios pronto se tornaron en concentración. Para entender. Para descifrar la marca de África, en su lengua.

- Aquí la gente cree tanto en la brujería que sostienen que si das siete vueltas alrededor de cierta piedra te conviertes en hombre.
- ¡Qué guay! Pues probaré. ¿Si tú lo haces te conviertes en mujer?
- Lo harás. Mejor ni lo intentes.
- Si fuera un tío, seríamos colegas para siempre.
- Algún día seré rico y te compraré todo lo que quieras.
- Quiero un elefante.
- Te compraré un coche.
- No, prefiero ir en elefante a los sitios. ¡Sería genial!
- Eso es imposible. Si quieres te puedo comprar una persona y vas montada en ella. Aquí en Kenia se valora más a los animales que a las personas.
- Las personas son animales.
- Animales con dinero.
- ¿No hay una piedra que te convierta en elefante?