viernes, 7 de septiembre de 2012








Jugar a pasar entre las piernas y
sentir cómo 
burbujea el aire por la nariz. La respiración inmaculada. 
Los labios morados y los dedos arrugados. 
Y no querer salir.

Ahora abrir las piernas significa exponerse. Expulsar aire sucio. Pintarse los labios y 
que se agrieten las manos.

De pequeña jugaba a ser mayor, le robaba a mi madre sus hombreras para simular que tenía tetas.

Ahora intento ser mayor, pero me sigue sin salir. Aunque ya no uso hombreras.  




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